Superar los obstáculos, plantearse metas y crecer constantemente. Esas son solo algunos de los postulados que guían la vida de Silvia Raquel Lai, de 51 años, alumna de la Modalidad de Educación en Contextos que pudo culminar sus estudios de la carrera de Procuración y está próxima a recibirse de abogada.
El Ministerio de Educación de Tucumán, a través esta modalidad, garantiza la terminalidad educativa de los niveles Primario y Secundario; y en los últimos años implementó la oferta de Nivel Superior, mediante un trabajo articulado con distintas Facultades de la Universidad Nacional de Tucumán y los Institutos de Enseñanza Superior para garantizar la continuidad de formación académica de personas privadas de su libertad. En este momento son más de 100 los estudiantes en carreras como Abogacía, Trabajo Social, Psicología y Enfermería.
En este sentido, equipo de Educación en Contextos de Encierro asesora a alumnos y alumnas que finalizaron el Nivel Secundario o ya lo tienen completo, y desean continuar con estudios superiores. Mediante la realización de entrevistas, se determina la elección de la carrera y se generan instancias de reunión con docentes, como así también, se llevan adelante las gestiones administrativas que permiten que los estudiantes pudieran obtener el material de estudio y rendir de manera presencial o remota.
La Modalidad de Educación en Contextos de Encierro está coordinada por Emilia Cuelli, y a su vez depende de la Dirección de Educación de Jóvenes y Adultos, a cargo de Eugenia Dip Torres.
Una historia de superación:
Silvia Raquel Lai, es docente de primaria y trabajó durante 15 años como maestra, pero en el último tiempo decidió estudiar como una forma de ocupar el tiempo en algo útil y de demostrarle sus hijos que la educación es una forma de salir adelante. “No es fácil determinar el tiempo ocupado para estudiar, a veces se puede dedicar de 6 a 8 horas y otros días no se puede estudiar, por más intención que tenga, dependiendo del estado anímico mío y de las demás personas que me rodean”, explicó y agradeció el apoyo de su familia: “Siempre me acompañó, además una prima me mantuvo en contacto con la Facultad para conseguir todo lo que necesitaba para estudiar y pude mantenerme informada. Conté con personas que a lo largo del camino aportaron mucho, hasta con palabras de aliento. En la Facultad encontré personas que me trataron con respeto, cariño y apoyando lo que hacía”.
Con el tiempo la mirada ajena cambió de la desaprobación a la aceptación de la educación como un camino a seguir. “Comenzaron a respetar lo que hago, logrando que comiencen a tener interés en estudiar”, aclaró Silvia y añadió: “A mis hijos no les sorprendió, pero si festejaron mi decisión, siempre expresan el orgullo que sienten por mí”. Mamá de cuatro hijos y abuela de tres nietos, Silvia se mostró orgullosa de ellos. Sus dos hijas son comerciantes y mamás, su tercer hijo es Ingeniero Industrial y el cuarto está en quinto año de las Ingenierías Industrial y Mecánica de la Universidad Nacional de Tucumán.
“La rama que estudio es Judicial y Resolución de conflictos, que abarca muchos temas que me gustan como Violencia de género, Penal, Familia”, comunicó y añadió que el faltan dos materias para ser abogada. “El ser humano vive en constante crecimiento por lo que creo que nunca dejaré de perfeccionarme. Son muchísimas las dificultades que tuve que atravesar dentro de la unidad, desde el no tener un espacio para estudiar, la necesidad de concurrir a clase, el conseguir el material de estudio, viajar en el móvil dependiendo de los horarios de la institución, el conseguir los permisos para rendir, luego para ir a clases, el ir con custodia uniformada…”, dijo.
También se animó a dar un mensaje: “Algunos creen que el que estudia lo que quiere es salir y no ven lo importante que es, ya que forma parte de la resocialización del interno. Profesionalmente me proyecto trabajando, creciendo y perfeccionando. Estudiar produjo un efecto domino ya que a partir de esta conducta algunas internas y empleadas comenzaron a estudiar. Considero que se dieron cuenta que a pesar de las circunstancias el educarse siempre es una buena inversión a futuro, por lo que abre nuevos caminos”.