En el marco del programa nacional “Libros para aprender”, se llevó a cabo una reunión en las instalaciones del Centro de Innovación del Ministerio de Educación, a cargo de Juan Pablo Lichtmajer, en la que estuvieron la directora de la Biblioteca Nacional de Maestras y Maestros, Laura Palomino; la jefa del departamento CENDIE, María Inés Carrizo; la referente del equipo curricular de la Secretaría de Estado de Educación del Departamento de Historia, Norma Broggi; y la referente del equipo curricular de la Secretaría de Estado de Educación del Departamento de Letras, Carla Orrillo.
Esta iniciativa se inscribe en el marco de una política nacional que busca cumplir con el derecho a la educación y garantizar el acceso universal a libros esenciales para el aprendizaje de niñas, niños y jóvenes. Durante el comienzo del ciclo lectivo 2022, se entregarán libros escolares en propiedad a cada estudiante de escuelas de gestión estatal y gestión privada con cuota cero y oferta única. También recibirán libros los Institutos de Formación Docente para la Educación Primaria, de gestión estatal. De esta manera los futuros educadores se familiarizan con las herramientas que utilizarán en su práctica profesional.
Laura Palomino, afirmó “fuimos convocados desde el Ministerio de Educación para la presentación de Libros para Aprender y en ese marco tuve la oportunidad de poder reunirme acá con referentes de educación y para mí fue muy enriquecedora la reunión porque me permite poder seguir trabajando en las líneas que venimos pensando. Siempre estos encuentros son beneficiosos y la verdad estoy muy contenta, me voy con muchas posibilidades para trabajar a futuro y con una comunidad de trabajo linda para seguir trabajando por lo menos estos próximos año y medio o dos”.
Norma Broggi, cerró “En este momento estoy representando a la profesora Isabel Amate Pérez de la Secretaría de Estado de Educación como referente del departamento de historia de los equipos curriculares que hemos empezado a trabajar durante este año y asumiendo el desafío que implica la escolarización en tiempos de la post pandemia con todo que eso significa para poder garantizar el derecho a la educación en toda nuestra jurisdicción. Esta reunión me pareció de una potencia impresionante porque implica posicionar a la biblioteca escolar y a los recursos que están en ella, como fundamentales para el desarrollo de los procesos de enseñanza y aprendizaje, pero fundamentalmente para pensar las prácticas de lectura y escritura como práctica social pero también como un derecho que tienen todos los estudiantes de nuestro sistema”.