Y añadió: “Toda la política que se viene llevando adelante respecto a la terminalidad primaria y secundaria y de la formación profesional, hoy corona un año en este acuerdo que tenemos con el sindicato de la seguridad privada tanto a nivel nacional como provincial donde ya tenemos las primeras egresadas de los cursos que empezamos hace tres meses”.
“Esto beneficia a los trabajadores y trabajadoras de la seguridad privada, a los usuarios que reciben el servicio y a sus familias”, afirmó el ministro.
Y concluyó: “La educación dignifica, hace crecer, mejora los servicios y tiene un efecto muy importante en la vida laboral y personal de los tucumanos”.
Por su parte, el secretario general Ángel Alberto García dijo: “no tengo palabras de agradecimiento para lo que la provincia de Tucumán a través del Gobernador y del Ministro de Educación por el enorme aporte que hicieron a quienes formamos parte de la conducción de este gremio. Fue una de nuestras primeras iniciativas de formar a nuestros compañeros. Es el puntapié inicial de que los compañeros se preparen como corresponde. Primero, egresando de un secundario para adultos y, a partir de allí, ir mejorando sus condiciones laborales a partir de la creación de categorías y la jerarquización laboral. Esto es lo que venimos pregonando junto a la cámara empresaria del sector que nos acompaña y que se favorece. Esto le hará muy bien a la actividad y a la provincia. Posibilitará cuidar y mejorar las condiciones de trabajo”.
Testimonios:
Wanda Lizárraga, un de las flamantes egresadas, contó: “Pude terminar el secundario a los 24 años gracias al gremio. Fue difícil estudiar porque tengo un hijo de tres años. Estoy muy feliz porque ahora podré trabajar y seguir adelante. No tengo palabras de la emoción. Quisiera continuar estudiando. No hay excusas para terminar el secundario”.
María Alejandra Castillo, otra de las graduadas, celebró: “Después de 18 años, por diferentes motivos, yo seguía debiendo una materia del secundario. Entonces, se me dio esta oportunidad de estudiar y rendir para poder recibirme. Yo soy del campo y siempre se me complicada poder estudiar”.
“Tengo una hija de 13 años que me dio la fuerza para terminar el secundario. Ella me apoyó mucho y me ayudó a estudiar. También fue para darle el ejemplo a ella, para que vea que con esfuerzo y sacrificio se logran los objetivos”, concluyó María Alejandra.